apple stories
Inspiración local, impacto global: Presentamos a cuatro ganadores del Swift Student Challenge de este año
Cada año, el Swift Student Challenge invita a estudiantes de todo el mundo a dar rienda suelta a su curiosidad y explorar su creatividad a través de playgrounds de apps originales creados con Swift, el lenguaje de programación intuitivo y fácil de aprender de Apple. Desde un cielo estrellado observado a través de un telescopio en Nuevo León, México, hasta una baraja de cartas descubierta en una tienda de juegos japonesa, las inspiraciones detrás de las 350 propuestas ganadoras de este año abarcan todo el mundo, representan a 38 países y regiones e incorporan una amplia gama de herramientas y tecnologías.
“Siempre nos inspira el talento y la perspectiva que los jóvenes desarrolladores traen al Swift Student Challenge”, comentó Susan Prescott, vicepresidenta de Worldwide Developer Relations de Apple. “Los ganadores de este año demuestran una habilidad excepcional para transformar ideas valiosas en playgrounds de apps innovadores, impactantes y cuidadosamente diseñados. Nos entusiasma acompañarlos en su proceso mientras siguen desarrollando apps que ayudarán a dar forma al futuro”.
Se invitó a 50 ganadores distinguidos a asistir a la Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) en el Apple Park, donde se llevará a cabo una experiencia de tres días diseñada especialmente para la ocasión. Durante el transcurso de la semana, los ganadores tendrán la oportunidad de disfrutar la presentación del evento en vivo el 9 de junio, aprender de expertos e ingenieros de Apple y participar en laboratorios.
Muchos de los ganadores de este año se inspiraron en sus comunidades locales y crearon poderosas herramientas diseñadas para causar un impacto a escala global. A continuación, los ganadores distinguidos Taiki Hamamoto, Marina Lee, Luciana Ortiz Nolasco y Nahom Worku profundizan en sus playgrounds de apps y los problemas del mundo real que buscan resolver, demostrando el poder de la programación para impulsar un cambio duradero.
Cuando Taiki Hamamoto, de 22 años, se topó con un mazo de Hanafuda en su tienda de juegos local, sintió curiosidad. Había crecido jugando a este tradicional juego de cartas japonés con su familia y pensó que sería fácil convencer a sus amigos para un par de partidas nostálgicas, pero no fue así.
“Descubrí que muy pocas personas de mi generación saben cómo jugar Hanafuda, a pesar de ser un clásico de la cultura japonesa”, explica Hamamoto, un graduado reciente de la Universidad de la Prefectura de Kumamoto. “Pensé que si había una forma de hacerlo más fácil de jugar en un smartphone, quizá sería posible difundir el Hanafuda, no sólo en Japón, sino en el resto del mundo”.
A través de su playground de app ganador, Hanafuda Tactics, quienes se inician en el juego pueden familiarizarse con sus reglas y cartas. Los coloridos y ornamentados mazos de 48 cartas, inspirados en la admiración de Japón por la naturaleza, se dividen en 12 palos, uno por cada mes del año, y cada uno está ilustrado con una planta de temporada. Hay muchas maneras de jugar, pero una de las variaciones más populares es Koi-Koi, en la que los jugadores intentan formar combinaciones especiales de cartas conocidas como yaku.
Si bien Hamamoto se mantuvo fiel a la iconografía floral clásica del juego, también agregó un toque moderno a la experiencia de juego, incorporando conceptos de los videojuegos, como puntos de salud (HP), que resuenan entre las generaciones más jóvenes. El DragGesture de SwiftUI le ayudó a implementar efectos dinámicos y fluidos como la inclinación y el brillo de las cartas durante el movimiento, lo que hace que la experiencia de juego sea más natural y atractiva. También está explorando la posibilidad de que Hanafuda Tactics se pueda jugar en el Apple Vision Pro.
La idea de que un juego centenario pudiera desaparecer algún día es inconcebible para Hamamoto, que tanto lo ha disfrutado. “El Hanafuda es único porque permite experimentar los paisajes y la cultura de Japón”, afirma. “Quiero que los usuarios de mi app se sumerjan en ella y quiero preservar el juego para las futuras generaciones”.
Con los incendios forestales extendiéndose rápidamente por gran parte de Los Ángeles a principios de este año, Marina Lee, de 21 años, recibió una llamada aterradora. Su abuela, residente de San Gabriel Valley, había recibido una alerta de evacuación y tuvo muy poco tiempo para decidir qué hacer o adónde ir.
“Como alguien que creció en Los Ángeles, siempre fui consciente de los riesgos de los incendios forestales y de las realidades que conllevan los desastres naturales”, dice Lee, estudiante de tercer año de Informática en la Universidad del Sur de California, que en ese momento pasaba las vacaciones de invierno con sus padres en el norte de California. “Pero con esa llamada, la urgencia nos afectó directamente. Mi abuela estaba aterrada. No sabía qué empacar ni cómo estar preparada e informada. Eso me inspiró a crear una app para personas como ella, que tal vez no sean tan expertas en tecnología, pero que merecen un recurso accesible y confiable en tiempos de crisis”.
A través del playground de app EvacuMate, los usuarios pueden preparar una lista de emergencia con elementos esenciales para empacar en caso de evacuación. Lee integró la cámara del iPhone en la app para que los usuarios puedan subir copias de documentos importantes y agregó la opción de importar contactos de emergencia desde la lista de contactos del iPhone. También incluyó recursos para verificar los niveles de calidad del aire y armar un botiquín de primeros auxilios, entre otros temas.
A medida que Lee continúa mejorando EvacuMate, se enfoca en garantizar que la app sea accesible para todas las personas que quieran usarla. “Me gustaría agregar compatibilidad para diferentes idiomas”, explica Lee. “Pienso en mi abuela, que no se siente tan cómoda leyendo en inglés, y me di cuenta de que una funcionalidad de traducción podría ayudar a otras personas de la comunidad que enfrentan el mismo desafío”.
Rumbo a la WWDC, Lee tiene muchas ganas de fomentar nuevas conexiones con otros desarrolladores, como las que logró organizando hackathones con su organización Citro Tech o al desempeñarse como mentora para USC Women in Engineering. “La programación es mucho más que sólo desarrollar software”, afirma. “Son las amistades que construyes, la comunidad que encuentras y el proceso de resolver problemas lo que te da las herramientas para hacer la diferencia”.
Cuando le regalaron un telescopio para su onceavo cumpleaños, Luciana Ortiz Nolasco se emocionó. Todas las noches, miraba por la ventana de su habitación para explorar el cielo de su estado natal de Nuevo León, México.
Pero pronto se encontró con dos problemas: el primero, la densa capa de smog que cubría la ciudad fuertemente industrializada y ocultaba las estrellas y su brillo; el segundo, la falta de personas con quienes compartir su entusiasmo.
“No encontré una comunidad hasta que me uní a la Sociedad Astronómica de Nuevo León”, expresa Ortiz Nolasco, que ahora tiene 15 años. Los fines de semana, gracias a las conexiones que forjó en la sociedad, viajaba al campo para ver las estrellas con mayor claridad, asistía a campamentos y aprendía de mentores que compartían su pasión. Estas experiencias despertaron su interés por hacer que la astronomía fuera aún más accesible para otras personas.
Su playground de app, BreakDownCosmic, es un espacio de encuentro virtual donde los usuarios pueden agregar eventos astronómicos futuros de todo el mundo a sus calendarios, ganar medallas al completar “misiones” y chatear con otras personas aficionadas a la astronomía sobre lo que observan.
Ortiz Nolasco descubrió la herramienta ideal para hacer realidad su idea con el lenguaje de programación Swift. “Swift es muy fácil de aprender, y usar Xcode es muy intuitivo”, comenta. “La mayoría de las veces, me corregía si cometía algún error. No tenía que perder horas buscando para que terminara siendo un pequeño error que pasé por alto”.
Luego de asistir a la WWDC de junio, Ortiz Nolasco planea seguir desarrollando BreakDownCosmic, con el objetivo final de lanzarlo en el App Store. “Quiero que las personas sientan que viajan a través del espacio cuando ingresan a mi app”, expresa. “El universo está lleno de misterios que aún quedan por descubrir y de posibilidades infinitas. Este viaje no es sólo para algunos. El universo es donde vivimos. Es nuestro hogar, y todos deberían poder conocerlo”.
Nahom Worku creció en Etiopía y luego en Canadá, y se sintió atraído por dos caminos profesionales: seguir los pasos de su tío y convertirse en piloto, o estudiar una carrera de ingeniería como su padre. Al final, su miedo a volar hizo que descartara la primera opción, pero aún no podía decidirse en qué campo de ingeniería especializarse, hasta que llegó el COVID-19.
“Durante la pandemia, me sobraba el tiempo, así que compré algunos libros y descubrí el diseño web y la programación”, comenta Worku, de 21 años. Encontró una comunidad en Black Kids Code, una organización sin fines de lucro que ayuda a chicos a aprender matemáticas y programación, y con el tiempo se convirtió en mentor.
Mientras ayudaba con un programa de verano en la Universidad de York en Toronto, donde ahora es estudiante de cuarto año, Worku y su grupo recibieron la tarea de trabajar en un Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que se enfoca en garantizar el acceso global a una educación de calidad. Para Worku, el proyecto fue revelador, ya que lo reconectó con sus años de formación. “Al crecer en Etiopía, observé de primera mano la cantidad de estudiantes que no contaban con una educación de calidad”, explica. “Además, muchas personas no tienen acceso a internet o tienen conexiones inestables”.
Su playground de app AccessEd está diseñada para abordar ambos problemas al ofrecer recursos de aprendizaje accesibles con o sin conexión Wi-Fi. Desarrollado con las herramientas de IA y aprendizaje automático de Apple, como Core ML y la estructura de lenguaje natural, la app recomienda cursos según el perfil del estudiante y crea una experiencia personalizada.
“Los estudiantes pueden tomar una foto de sus notas, y el modelo de aprendizaje automático analiza el texto usando la estructura de lenguaje natural de Apple para crear tarjetas de estudio”, comenta Worku. “La app también tiene un sistema de administración de tareas con notificaciones, ya que numerosos estudiantes a nivel global tienen muchas tareas y responsabilidades familiares luego de la escuela, lo que a menudo dificulta la gestión del tiempo”.
Worku espera que AccessEd pueda abrir nuevas posibilidades para estudiantes de todo el mundo. “Espero que mi app inspire a otras personas a explorar cómo la tecnología moderna, como el aprendizaje automático, puede usarse en formas innovadoras, especialmente en la educación, y cómo puede hacer que el aprendizaje sea más motivador, efectivo y entretenido”, afirma.
Apple se enorgullece de promover a la próxima generación de desarrolladores, creadores y emprendedores a través de su programa anual Swift Student Challenge. Durante los últimos cinco años, miles de estudiantes del programa de todo el mundo han construido carreras exitosas, fundado empresas y creado organizaciones enfocadas en democratizar la tecnología y usarla para construir un futuro mejor. Para obtener más información, visita developer.apple.com/la/swift-student-challenge.
Compartir el artículo
Media
-
Texto de este artículo
-
Imágenes de este artículo